"Es inútil resistirse a la revolución digital porque es un cambio global"

Octubre 2018

El gurú tecnológico Javier Sirvent ofreció una conferencia en Mercabarna donde reflexionó sobre los efectos de la transformación digital ante 130 asistentes.

Los medios de comunicación lo han bautizado con el sobrenombre de technology evangelist (evangelista tecnológico), pero Javier Sirvent se asimila más a un divulgador/polemista de la revolución digital. Siempre a punto para sacudir estructuras mentales y poner a prueba ideas preconcebidas, Sirvent se apasiona cuando diserta sobre el cambio de paradigma. Hablamos con él de algunos de los efectos de la digitalización en el mundo laboral.

  • Es posible que los no nativos digitales sean reticentes a creer en esta nueva era que se plantea con la transformación digital. ¿Qué les dirías?

Para comenzar cabe decir que es absurdo resistirse a la revolución digital, porque es un cambio global que nos afectará a todos. Así que como más nos cueste aceptar la nueva situación, más duro será para nosotros. Por eso, tenemos que ver este cambio de paradigma como una oportunidad, un revulsivo: ¡ahora todo está por hacer!

  • En la conferencia comentaste que muchas profesiones actuales acabarían desapareciendo...

Un profesional que pueda ser sustituido por una máquina lo acabará siendo. Lo que se valorará de un trabajador serán sus capacidades y habilidades humanas, como la creatividad, la gestión de la incertidumbre, la flexibilidad, el trabajo en equipo... Además, los trabajadores del futuro serán knowmads: ya no hará falta estudiar una carrera, porque ahora todo el conocimiento está en internet, al alcance de todos. Serán la "Nueva Raza Trabajadora", aunque su existencia sea tan antigua como Leonardo da Vinci, Newton o Copérnico o tan disruptivos como Jeff Bezos, Steve Jobs, Elon Musk o Amancio Ortega [fundadores de Amazon, Apple, Tesla e Inditex, respectivamente].

  • Por lo que dices, estamos ya inmersos en la revolución digital.

Sí, aunque es probable que sea un proceso que dure un mínimo de 30 años. Por este motivo, tenemos que estar preparados para digerir esta nueva y exponencial Reconversión Industrial. Es posible que nos tengamos que poner en manos de gobernantes tecnócratas que, con herramientas de Inteligencia Artificial, sean capaces de establecer nuevas reglas laborales entre todos los agentes económicos de una forma globalizada. En cualquier caso, nosotros nos tendremos que adaptar al nuevo paradigma y sólo lo podremos hacer si aprendemos constantemente a través de MOOC (cursos online, masivos y abiertos a todo el mundo), Youtube o de cualquier otro medio formativo.

  • Los cambios, sobre todo cuando son tan radicales, generan miedo. Por ejemplo, hay empresas que están haciendo tambalear los modelos de negocio clásicos.

Siempre ha habido empresas que basan su modelo de negocio en la explotación laboral y, según mi parecer, deberían de ser erradicadas a cualquier precio. Pero eso no tiene nada que ver con la digitalización. Hay empresas innovadoras y disruptivas que han entendido que el talento es un activo y se tiene que cuidar. Por favor, no pongamos a todo el mundo en el mismo saco ni utilicemos demagogia barata para intentar cargarnos nuevos modelos de negocio que, en general, han venido para quedarse, generar nuevos puestos de trabajo o son un paso previo a nuevos tsunamis procedentes de la digitalización de la salud o la alimentación, que llegarán de aquí poco. Un país donde los ciudadanos no entiendan cómo funcionan las tecnologías y donde las instituciones divulguen el mensaje de que los modelos empresariales disruptivos son siempre un enemigo, están poniendo seriamente en riesgo su crecimiento y economía.

  • Por tanto, ¿qué crees que tendríamos que hacer como sociedad?

Hace falta que saquemos de nuestras cabezas los miedos y los "fantasmas robóticos" y dejemos espacio para los sueños que nos deparará este futuro apasionante. Si te dicen que la transformación digital será fácil, te están engañando; pero que tampoco te digan que no vale la pena, porque también es mentira.

Javier Sirvent, durante la conferencia en Mercabarna