La nueva depuradora biológica empieza a funcionar
Con una capacidad de 180 m3, esta depuradora bilógica recibe el agua que ya ha pasado previamente por la depuradora fisicoquímica existente. Aquí, unos microorganismos se encargan de eliminar los contaminantes presentes en el agua y los expulsan en forma de nitrógeno. Completado este proceso, el agua depurada se aboca al alcantarillado.
Tras unos meses de prueba, esta instalación ha empezado a funcionar con normalidad durante el mes de enero y, por el momento, ya depura el 30% de las aguas residuales. En una segunda fase, que se desarrollará durante este año, se instalaran dos nuevos depósitos que permitirán trabajar con el 100% del caudal del agua.
Una instalación pionera
La depuradora biológica de Mercabarna es una instalación pionera respecto al resto de depuradoras de este tipo, ya que se ha conseguido –a través de la aplicación de un proceso tecnológico avanzado– reducir el tamaño de este equipamiento (generalmente para garantizar su buen funcionamiento estas depuradoras ocupan grandes extensiones) pero sin que pierda eficacia.