Josep M. Monfort: “Queremos acercarnos a las empresas de Mercabarna”
Entrevista a Josep M. Monfort, director general del IRTA
¿Qué esperan de esta nueva oficina en Mercabarna?
Con esta oficina permanente pretendemos establecer una relación más fluida con las empresas de Mercabarna y trabajar con ellas codo con codo, Y esperamos que de este conocimiento mutuo surjan nuevos acuerdos y proyectos comunes.
¿Por qué es importante para el IRTA estar presentes aquí?
Primero, porque Mercabarna es, con diferencia, el núcleo de concentración de empresas alimentarias más importante de Cataluña. Y, segundo, por su proximidad física e implicación en el proyecto Barcelona Zona Innovación (BZI) que se desarrollará en los antiguos terrenos de la SEAT y que tendrá como uno de sus ejes centrales el ámbito agroalimentario. Por todo esto el IRTA, como primera institución de investigación agroalimentaria de Cataluña, debía tener presencia en Mercabarna.
Y, exactamente, ¿qué se hará en esta oficina?
En esta oficina cada día habrá un técnico del IRTA especialista en uno de los sectores de actividad de Mercabarna. Por ejemplo, el lunes habrá un especialista en frutas; el martes, uno del pescado; el miércoles, uno de la carne; etc. Estos profesionales, con la colaboración de las asociaciones empresariales y de la dirección de Mercabarna, se dedicarán a visitar a las empresas de cada sector para conocer sus necesidades y expectativas. Además, la oficina será un punto de encuentro con las firmas que deseen reunirse con el IRTA para diseñar proyectos, establecer acuerdos, etc.
¿De qué tipo de proyectos hablamos?
El IRTA proporciona toda clase de servicios científico-técnicos en materia de investigación, innovación y desarrollo alimentario. Así que hacemos acuerdos a medida, en función de las necesidades que tenga la empresa.
Pónganos algún ejemplo de proyecto relacionado con producto fresco...
Hace unos años, una importante empresa de distribución decidió eliminar las carnicerías primero y, posteriormente, las pescaderías de sus establecimientos y ofrecer estos productos envasados. Las empresas proveedoras de este establecimiento se dirigieron a nosotros para que les diéramos apoyo técnico para adaptar sus procesos y tecnología al nuevo formato que se les demandaba.
O, por ejemplo, ahora estamos trabajando en proyectos relacionados con las cuartas y quintas gamas en frutas y hortalizas. En estos casos, asesoramos, sobre todo, en temas como la higiene, la trazabilidad, los puntos críticos, las nuevas tecnologías de procesado, la compatibilidad entre frutas, etc. a la hora de usar la tecnología.
¿Y en el pescado?
Ahora estamos metidos en dos proyectos de futuro bastante atrevidos. Uno es el desarrollo de un equipamiento que permite extraer la carne de determinados mariscos, como la langosta, sin que queden trozos enganchados en su caparazón. Sacar la carne de estos productos en fresco y de forma manual no es fácil y con esta maquinaria se consigue una rentabilidad del 100%.
¡Muy interesante! ¿Y el otro proyecto?
Estamos desarrollando un proyecto de pasteurización en frío por presión de productos como la almeja y la ostra que permitirá eliminar los agentes nocivos que puede haber en estas especies y que provocan las infecciones digestivas. Además, este sistema permitirá alargar la vida útil de estos productos hasta 21 días, sin que dejen de ser productos frescos.
Imagínese que soy una PYME y quiero hacer un proyecto como este, ¿por dónde empiezo?
Para empezar, este tipo de empresas necesitan apoyo administrativo. Y, esto se lo ofrece el IRTA. Por tanto, la empresa sólo tiene que expresarnos su necesidad y nosotros lo traducimos en un proyecto, le hacemos un presupuesto, le buscamos la financiación, etc. Ahora, además, todo esto será mucho más cómodo porque tendrán la oficina dentro de Mercabarna.
¿Innovar tiene un coste elevado?
Parte de nuestro trabajo es conseguir ayudas, subvenciones, préstamos sin interés, etc. para los proyectos innovadores. Esto, sumado a las ventajas fiscales que tiene para las empresas el I+D+i, hace que innovar sea muy viable.
Entonces, ¿porque las empresas no innovan más?
A veces, el día a día es tan frenético que las empresas no pueden parar ni un momento para reflexionar sobre como quieren ser dentro de cinco años. Y, hacer esta reflexión es muy sano para las empresas pero también para nuestra sociedad, especialmente porque Cataluña necesita que el sector alimentario, columna vertebral de su PIB, sea sólido ahora y en el futuro.
Pero supongo que hay firmas que no innovan porque no pueden y otras porque no quieren...
En los dos casos el IRTA les puede ayudar. En el primer caso porque apoyamos a las firmas que no disponen de la estructura necesaria para abordar estos temas, Y, en el segundo, porque parte de nuestro trabajo es hacer ver a las empresas la necesidad de apostar por la innovación, como una oportunidad.
¿Y como se les puede convencer?
Necesitamos que las empresas que apuestan por innovar sirvan de espejo para las que no lo hacen. Sobre todo, porque las que van por esta vía generalmente repiten y lo incorporan como sistemática en su negocio. Por ejemplo, tenemos casos de empresas cárnicas de tipo familiar que desde hace 20 años están enlazando un proyecto innovador tras otro...
¿La crisis económica como está afectando al campo de la innovación?
Cuando fui nombrado director del IRTA, en septiembre de 2008, empezaba la crisis económica y una de mis principales preocupaciones era que las compañías decidieran recortar gastos en el campo de la innovación. Pero, cerrado el 2009, puedo asegurar que ha sido un buen año para el IRTA. Esto quiere decir que las empresas que ya apostaban por innovar lo siguen haciendo y que hay algunas nuevas que ya han iniciado este camino, como una forma de tener una base sólida en un momento complicado.
Y es que está claro que, en este mundo globalizado, todas aquellas empresas alimentarias que se quieran diferenciar con un producto de calidad, seguro y adaptado a las nuevas necesidades del consumo han de innovar.