Cooperación empresarial para afrontar la crisis

La jornada se inauguró con la vista puesta en el pasado. Concretamente en el año 1988, fecha en la que los empresarios mayoristas hortofrutícolas decidieron, con el apoyo de Mercabarna, cambiar el horario, de nocturno a diurno, del Mercado de Frutas y Hortalizas.

Una iniciativa pionera, ya que ningún mercado mayorista funcionaba de día, y polémica. El colectivo detallista se oponía porque veía con preocupación las consecuencias que el nuevo horario podía provocar en el funcionamiento de sus negocios. Aún así, la iniciativa tiró hacia adelante.

“Fueron días complicados. Muchos no entendían porque queríamos cambiar el horario. Veinte años después creo que pocos cuestionan el acierto de aquella decisión”, afirmaba el presidente de la Asociación de Concesionarios de Mercabarna (Assocome), Joan Llonch.

Llonch, que hace 20 años lideró el movimiento en favor del mercado diurno, recordaba aquellos difíciles momentos en el transcurso de la inauguración de la jornada técnica, que estuvo presidida por el presidente de Mercabarna y teniente de alcalde de Hacienda y Promoción Económica del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi William Carnes; y dónde también estuvieron presentes la directora general de Mercabarna, Montserrat Gil de Bernabé; y el presidente del Gremio de Empresarios Mayoristas de Frutas y Hortalizas (AGEM), Casimiro Llorens.

Tanto Llonch como el presidente de la AGEM coincidieron en destacar los aspectos positivos que ha tenido para las empresas el hecho de operar en un mercado diurno. “Ha mejorado la calidad de vida de los operadores, ha favorecido el relevo generacional dentro de las empresas y la formación de equipos de trabajadores bien preparados, además de potenciar la captación de más compradores de la gran distribución y la restauración”, apuntaba el presidente d’Assocome.

“Ha sido una pieza clave para el crecimiento de las empresas y, en definitiva, para la modernización del sector”, añadía Llorens.
En la misma línea, el presidente de Mercabarna destacó que la decisión del cambio de horario ya “ponía de manifiesto la voluntad de los empresarios de Mercabarna de adelantarse a los tiempos, de cambiar inercias y de convertir el Mercado en un punto de referencia”.

Incluso, hoy en día, el sector detallista valora positivamente el cambio de horario. “Comprar de día nos obligó a cambiar el chip, a apostar por modernizar nuestros establecimientos y nuestros transportes”, afirmaba el presidente del Gremio de Detallistas de Frutas y Hortalizas, Àngel Juny.

El consumidor marca las reglas del juego
Inaugurada la jornada, que contó con un centenar de asistentes, empezó la mesa redonda, en la que los representantes de la cadena de distribución analizaron la situación actual y futura del sector. Esta mesa tuvo un moderador de excepción, el director general del Institut Cerdà, Carles Cabrera, buen conocedor de Mercabarna.

Según algunos de los ponentes, dos factores están marcando la evolución actual de la distribución hortofrutícola: la irrupción de un nuevo consumidor y el impacto de la crisis económica.

En relación al nuevo consumidor, el director general de la empresa mayorista Bargosa, Francisco Casallo, apuntaba: “el consumidor actual está más segmentado, pide una oferta más variada de productos y, sobre todo, está muy informado, sabe qué, cómo y cuándo quiere comprar. Y en esto ha tenido mucho que ver internet”. 

Víctor Echeverría, de la cadena de fruterías Punt Fresc, coincidía con esta definición. “El consumidor actual es quien marca las reglas del juego. Dispone de mucha información y esto hace que tenga mucho más poder que hace unos años”, destacaba Echeverría.

Además, profundizando en esta radiografía del consumidor, señalaba algunas de las pautas de consumo de los grupos de población que más están creciendo (mayores, inmigrantes y hogares unifamiliares). “Son consumidores con poco poder adquisitivo, que consumen poco y que valoran mucho la proximidad del comercio”.

Además –continuaba Echeverría –prefieren ahorrar dinero en alimentación. “Hace 20 años, el 80% de la renta familiar se destinaba a alimentación. Hoy es el 18%. El consumidor prefiere destinar este dinero a otros sectores, como por ejemplo, el del ocio”, explicaba.

Los efectos de la crisis económica
Otro factor que está influyendo en la distribución hortofrutícola actual es el impacto de la crisis económica. Según Casallo, la crisis ha frenado la demanda interna que, hasta ahora, sostenía el crecimiento del consumo. Y, aseguraba: “el paro, la marcha de inmigrantes y el descenso del turismo cambiará las tendencias del consumo a corto plazo”.

A pie de calle esto ya se está notando. Àngel Juny, presidente del Gremio Provincial de Detallistas de Frutas y Hortalizas, afirmaba que ya se percibe que los consumidores optan más por los productos más económicos y de temporada.

Qué hacer ante esta situación
Satisfacer al nuevo consumidor y afrontar la crisis económica, requiere –según algunos de los ponentes– nuevas estrategias de futuro. Para el director de Bargosa, el camino a seguir es la cooperación empresarial entre todos los agentes de la cadena, “para simplificar los procesos y ser más eficientes y para promocionar aún más los atributos saludables de las frutas y hortalizas e incrementar el consumo de estos productos”.

“Vendemos salud, un producto necesario para la dieta a un precio asequible. Esto es lo que debemos comunicar al consumidor”, añadía Casallo.

El representante de Punt Fresc apostaba por la misma fórmula. “En este momento de crisis debemos trabajar juntos, crear alianzas y colaborar en lugar de competir”. En el caso de esta cadena de fruterías tienen claro cuál es la línea a seguir: potenciar la relación con el cliente, “tratándolo como un amigo, observándolo e intentando proporcionarle todo lo que pueda darle valor”. 

Desde el comercio detallista tradicional se trabaja en este sentido. “Es importante que el comercio tradicional se adapte a las necesidades de los consumidores y les ofrezca servicios añadidos, como la entrega a domicilio de la compra, el pago con tarjeta de crédito o la venta por internet. “Algunos Mercados Municipales ya están empezando a aplicar estos aspectos con mucho éxito”, aseguró Juny.

Relación de proveedores y distribuidores con Mercabarna
En la mesa redonda, los representantes de la producción y de la distribución también hablaron sobre su relación con Mercabarna. En representación del sector productor, el presidente de la cooperativa Benihort (Cooperativa Agrícola de Benicarló), Guillermo Edo, destacó la importancia que hoy en día tiene Mercabarna como receptor de sus productos. “En los últimos años, Mercabarna se ha abierto a nuevos canales de venta, como la gran distribución, la restauración, las cadenas de fruterías, la exportación, etc. y esto ha provocado un incremento del volumen de productos que enviamos para suministrar el Mercado”, explicaba Edo.

Por parte de la gran distribución, el director de la plataforma logística de El Corte Inglés en Mercabarna, Josep Maria Segú, resaltó la importancia de tener una central de compras ubicada en los mercados mayoristas, especialmente por la variedad de productos que se encuentran, por tener referencia de los precios, y por la rapidez que supone la proximidad entre la plataforma y el proveedor a la hora de distribuir unos productos que son perecederos.

Aún así, la política de compras de esta gran cadena –explicó Segú– se basa en tener grandes proveedores a nivel nacional que suministren productos a todos los centros del Estado. Además, añadió: “desde El Corte Inglés pedimos a nuestros proveedores los productos etiquetados de una manera determinada, con un envase especial, pactamos precios de productos que deben mantenerse durante unos días, etc. Son exigencias complicadas para las empresas mayoristas de productos perecederos, pero por el momento funcionamos así”.