Aprende urdu y chino

Los Servicios de Formación de Mercabarna retoman en octubre su oferta habitual de cursos de idiomas, centrados en el aprendizaje del inglés y el francés. Sin embargo, en los últimos tiempos, los Servicios de Formación están apostando por ampliar esta oferta a otras lenguas que, por motivos comerciales, pueden ser de gran utilidad para las empresas del recinto.

En esta línea, destaca el curso de urdu (paquistaní) que se inicia este cuatrimestre, pensado para facilitar el conocimiento de la lengua propia de un importante colectivo de compradores de los Mercados Centrales y del Pabellón Polivalente.

También empezarán de nuevo los cursos de chino, tanto de nivel I –que permite hacer un primer acercamiento a la cultura y la lengua china–, como del nivel II (avanzado).

Más información sobre estos cursos en:
www.mercabarna.es

Shu Ping Lin, directora de Proyectos del Centro de Estudios Orientales Clic Asia, entidad que imparte los cursos de chino y urdu en Mercabarna

"En clase simulamos situaciones reales en las que los alumnos ya se encuentran a diario"

P- ¿Cómo plantean las clases de chino y de urdu?
R- La necesidad principal que tienen nuestros alumnos de Mercabarna es la de comunicarse con sus clientes asiáticos. Por eso, hacemos clases basadas, sobre todo, en aprender a hablar el idioma. De hecho, durante los dos primeros años no enseñamos la escritura porque no es urgente para los alumnos. En las clases también explicamos las costumbres y formas de actuar de estos colectivos porque entendemos que esto es básico para una buena comunicación.

P- Supongo que enseñan un vocabulario enfocado al mundo empresarial...
R -Sí, empezamos con las palabras básicas para presentarse o iniciar una conversación y luego ya entramos en las expresiones y el vocabulario propio de la compra-venta, los nombres de los productos, como negociar precios...

P- ¿Qué les diría a las personas que no se atreven a hacer uno de estos cursos por la dificultad de estos idiomas?
R- Para un occidental son idiomas muy diferentes y, por eso piensan que nunca lo podrán llegar a hablar. Pero, por ejemplo, gramaticalmente el chino ¡es más sencillo que el catalán o el castellano! Además, hacemos muchas actividades y simulamos situaciones reales en las que ya se encuentran cada día... Por lo tanto, lo que aprenden hoy en clase, mañana ya lo pueden poner en práctica en el Mercado.